Sangría Lolea de Vino Tinto 750 ml.

Nuestra Sangría de elaboración artesana, es sana y natural. Lolea es sinónimo de fiesta y alegría, la bebida perfecta para refrescar nuestros aperitivos y tardes veraniegas con los amigos y la familia, todos reunidos en torno a un gran vaso de Sangría Lolea bien fresquita. 

En una sangría casera el reposo durante el enfriamiento necesario previo al consumo, es fundamental para la extracción de sabores y aromas y su integración, por lo que una sangría embotellada, cuando todos los componentes son de calidad y están en las justas proporciones, puede ser mejor que otra preparada delante de nosotros. 

Y así son las sangrías de Lolea, naturales, ricas y digestivas, pensadas a partir de vinos de las mejores uvas de nuestro entorno, cabernet sauvignon y merlot para la nº 1 y moscatel para la nº 2, con zumo natural de cítricos de Levante, el punch especiado de la canela y la vainilla respectivamente y con la caricia de un carbónico envolvente y sexy. Sin pasteurizar, sin conservantes, fresca y viva. Nada más, y nada menos. Con cualquiera de ellas, con la botella descansando unas horas en la nevera, servidas en un copa o vaso de cristal fino, con unas rodajas de limón y naranja y unos cubitos de hielo de agua cristalina, una rica y placentera experiencia para todos los que aman al Sol, al Mar y al arte de vivir. Lolea. Una brisa fresca en el mundo de los refrescos con vino. 

Nota de cata

En una ficha de cata clásica se comienza hablando del color y del aspecto. Aquí no hay sorpresas. Rojo cereza claro, limpio, luminoso y atractivo, con ligera efervescencia de burbuja fina y constante. Es después, en fase olfativa, cuando Lolea ya se diferencia claramente de todas las sangrías que hasta ahora hemos probado. ¡Huele a vino fresco y joven!, y a cereza, a corteza de naranja, a caramelo de limón, a canela y a fresa ácida. Aromas intensos y agradables, recuerdos nítidos de uva y fruta dulce. Pero luego viene lo mejor. Una entrada en la boca golosa y amplia confirma todas las sensaciones experimentadas en vía olfativa, para a continuación abrirse en un amplio abanico de bayas rojas maduras y flores azules, donde se adivina la parte mas noble del vino y sus taninos fundidos. Con un carbónico muy sedoso y un ligero amargor final que invita a beber.

Servir muy fría, con hielos, acompañar de una rodaja de naranja y una de lima o limón.

Sugerencias

Al estilo Sevilla

Volcar la Sangría roja sobre una jarra con trozos de manzana y melocotón y añadir el zumo de tres naranjas.

Al estilo de Valencia

Volcar la Sangría roja sobre una jarra con naranjas y limones cortados en trozos y añadir un chorrito de Cointreau.

7% alc. vol.